- Usa un calzado cómodo y bien adaptado al pie
- Lleva siempre limpios y secos los pies y no andes con calcetines húmedos
- Antes de empezar la caminata, lavarte los pies con jabón de azufre o cualquier producto desinfectante y aplica vaselina entre los dedos de los pies para que se deslicen con suavidad
- No es conveniente ducharse antes de empezar a andar, especialmente con agua caliente o durante mucho tiempo, ya que la piel se queda más débil y es más fácil que salgan ampollas. Una buena idea es aplicar en los pies alcohol de romero, que fortalece la piel.
- Si llevamos botas: utilizar dos pares de calcetines, para que rocen entre ellos y evitar así que lo hagan contra la piel. El de dentro, más fino, que no sea de fibra y que esté del revés (con las costuras hacia fuera)
- Si tenemos dos pares de botas, conviene alternarlas para evitar que el roce se produzca siempre en el mismo lugar
- Al finalizar cada etapa, lavate los pies con agua fría, sal, vinagre y alcohol de romero, y déjalos airear sin secar
- Antes de acostarte, usa una crema tonificante en los pies, para aliviar el cansancio y refrescarlos
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